Ser padre o madre no es una labor fácil, pero serlo de un niño con TDAH complica aún más esa tarea. Una vez que los padres han aceptado y comprendido el trastorno de su hijo, llega el momento de tomar las medidas oportunas para que la educación que ofrecen al niño le beneficie en todo lo posible y le ayude a crecer sano y feliz, solventando sus dificultades y ensalzando sus habilidades. Esto requiere de un trabajo familiar constante y paulatino, y en muchos casos será necesario introducir cambios y adaptaciones en la dinámica familiar. Pero siempre se debe tener como meta que el tiempo que los padres pasan con sus hijos sea de calidad, utilizándolo para comunicarse, aprender y divertirse.
Sabemos que no existe una receta para educar a los niños, y que tampoco existe el padre, madre o el hijo perfecto.
Desde el ámbito académico, en primer lugar debemos informar a la familia de comportamientos inadecuados del alumno en el aula y la conveniencia de realizar una evaluación psicopedagógica. Una vezevaluado el alumno, si se confirma el diagnóstico de TDAH se ha de informar a los padres e indicar la conveniencia de que acudan a los servicios de psiquiatría infantil previa consulta en el médico de atención primaria.
Una vez que Psiquiatría infantil confirme el diagnóstico de TDAH, nuestro trabajo consiste en informarles sobre las características del TDAH, así como las distintas actuaciones que se pondrán en marcha en el centro para dar una atención adecuada al alumno y ofrecer asesoramiento sobre como afrontar este trastorno en el ámbito familiar. Además podemos ofrecer un listado de asociaciones del entorno próximo que trabajen sobre el TDAH.
Si en el centro se cuenta con un número elevado de alumnos/as con diagnóstico de TDAH se puede considerar la posibilidad de realizar una escuela de padres con sus familias como medio más personalizado de asesoramiento y lugar donde puedan compartir sus dudas, así como obtener apoyo emocional.
Como orientadores debemos mantener un contacto continuado con las familias de TDAH para ofrecer nuestra ayuda ante los cambios que experimentará la familia a partir de este diagnóstico. A continuación ofrezco una relación de materiales de enorme interés para el trabajo con las familias de alumnos/as con TDAH:
TDAH: impacto y protagonismo de la familia
Adolescentes y TDAH: margen de maniobra a los padres
Desde el ámbito académico, en primer lugar debemos informar a la familia de comportamientos inadecuados del alumno en el aula y la conveniencia de realizar una evaluación psicopedagógica. Una vezevaluado el alumno, si se confirma el diagnóstico de TDAH se ha de informar a los padres e indicar la conveniencia de que acudan a los servicios de psiquiatría infantil previa consulta en el médico de atención primaria.
Una vez que Psiquiatría infantil confirme el diagnóstico de TDAH, nuestro trabajo consiste en informarles sobre las características del TDAH, así como las distintas actuaciones que se pondrán en marcha en el centro para dar una atención adecuada al alumno y ofrecer asesoramiento sobre como afrontar este trastorno en el ámbito familiar. Además podemos ofrecer un listado de asociaciones del entorno próximo que trabajen sobre el TDAH.
Si en el centro se cuenta con un número elevado de alumnos/as con diagnóstico de TDAH se puede considerar la posibilidad de realizar una escuela de padres con sus familias como medio más personalizado de asesoramiento y lugar donde puedan compartir sus dudas, así como obtener apoyo emocional.
Como orientadores debemos mantener un contacto continuado con las familias de TDAH para ofrecer nuestra ayuda ante los cambios que experimentará la familia a partir de este diagnóstico. A continuación ofrezco una relación de materiales de enorme interés para el trabajo con las familias de alumnos/as con TDAH:
TDAH: impacto y protagonismo de la familia
Adolescentes y TDAH: margen de maniobra a los padres
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